Los alquilgliceroles se descubrieron en el año 1992, a partir del aceite de hígado de tiburón. Es un lípido que se encuentra también en otros tipos de peces de agua fría, pero se utiliza el del tiburón ya que se sabe que casi todas las familias de estos escualos poseen una resistencia extraordinaria a las infecciones y a los tumores.
El aceite de tiburón ha sido empleado en la medicina popular en Noruega y Suecia durante cientos de años. Los pescadores cocían los hígados y extraían el aceite que lo almacenaban en el estómago del tiburón limpio y conservado. Este aceite lo utilizaban para la curación de heridas y para las afecciones del tracto respiratorio y del aparato digestivo.
Historia
En el año 1952 la Dra. Astrid Brohult, una joven oncóloga sueca estaba buscando un modo de poder elevar el recuento de glóbulos blancos en niños que estaban recibiendo radioterapia por leucemia.
Pensó que si los leucocitos se producían en la médula ósea, quizás un extracto fresco de médula ósea podría ayudar a los niños pacientes suyos de leucemia. Así que la Dra. Brohult preparó un extracto utilizando grasa insaponificable (cuando no puede convertirse en jabón) de ralladuras frescas de médula ósea de ternera y se lo administró a los niños con leucemia en el Hospital Radiumhemmet de Estocolmo. Algunos de sus pacientes tuvieron mejoras notables como la normalización de los recuentos de glóbulos blancos y un aumento sorprendente de energía.
Al ver este resultado pidió a su marido profesor de bioquímica que identificase la sustancia activa en la médula ósea de la ternera, y éste estableció que se debía a un grupo de sustancias químicas llamadas alquilgliceroles (AKGs).
La Dra. Brohult continuó investigando conjuntamente con otros científicos y descubrieron que inhiben la proliferación del cáncer y que previenen las náuseas de la radioterapia.
En el año 1986 se realizó un estudio en dos grupos de mujeres con cáncer de cuello uterino, 284 recibieron aceite de hígado de tiburón antes, durante y 6 meses posteriores al tratamiento de radiación de alta tensión. 525 solo recibieron el tratamiento de radiación. La supervivencia al año entre los pacientes del grupo de AKGs fuel del 88% frente al 82% entre los pacientes con radicación como tratamiento único. Pero al cabo de 5 años, el 75% de las mujeres que habían tomado aceite de hígado de tiburón estaban todavía vivas, frente solo al 51% del otro grupo.
Los alquilgliceroles se utilizan actualmente, además de procesos tumorales, para:
- Estimulación de las defensas inmunitarias con aumento del número de linfocitos, eritrocitos y plaquetas.
- Detoxificación de los metales pesados y contaminantes: mercurio, pesticidas.
- Modulación de los fenómenos inflamatorios y limitación de las trombosis por inhibición del factor de activación de las plaquetas.
- Reequilibrar el terreno asmático o alérgico.
Observaciones
Nunca hemos de tomar complementación o suplementación, sin saber sus interacciones, contraindicaciones o efectos secundarios que pueda haber.
Este producto actúa directamente sobre nuestro sistema inmunológico, por tanto, es un producto muy potente y que se ha de saber utilizar.
En este caso, estamos sacrificando la vida de un tiburón, así que este tipo de suplementación no se debería tomar sin una causa que lo justifique realmente.
Los buenos terapeutas están informados de los productos que existen en el mercado, la posología adecuada, el nivel de calidad del producto y un largo etcétera, ya que este es nuestro trabajo y nuestra obligación.
Articulo publicado en Saludterapia