Qué es la candidiasis
La candidiasis es una infección fúngica de cualquiera de las especies de Cándida, de las cuales, la más común es la Cándida Albicans.
La Cándida Albicans es un tipo común de hongo diploide asexual en forma de levadura. Normalmente se encuentra en pequeñas cantidades en la cavidad oral, en el tracto gastrointestinal, en la vagina y en la piel como saprófito, por lo general no ocasiona enfermedades ni síntomas.
Qué pasa en nuestro organismo
Cuando en nuestro cuerpo se produce una proliferación excesiva de Cándida Albicans en alguna parte de nuestro cuerpo, incluido el nivel sistémico, aparece lo que denominamos candidiasis, que puede ser oral, intestinal o vaginal.
El reservorio de las cándidas en nuestro organismo, está situado en el intestino. Las levaduras en forma esporulada pueden compartir el microhábitat con la flora intestinal.
Cuando existen alteraciones en la flora intestinal se produce un sobrecrecimiento de la cándida y una invasión de las hifas en la pared intestinal.
Si por algún motivo padecemos una bajada de nuestro sistema inmunológico, la cándida aprovecha para producir 79 antígenos e instalarse en nuestro cuerpo.
Candidiasis y flora intestinal
Nuestra flora intestinal es la que controla el sobrecremiento de la cándida. Una vez instalada podemos padecer diferentes disfunciones, entre ellas, el síndrome de impermeabilidad intestinal.
Esta levadura produce un aumento de toxinas, las poliaminas, que atacan a las células de la pared intestinal y con el desarrollo de sus micelios penetran en ella.
¿Y si no se trata?
Si no se trata la candidiasis adecuadamente, se genera la candidiasis crónica, la cual entre otras cosas produce una deficiencia de la CoQ10, importante antioxidante, sobre todo para nuestro corazón.
Este déficit se produce porque la proliferación de la cándida en el duodeno y en el yeyuno consume esta coenzima.
Existe la evidencia que los anticuerpos generados por esta levadura, puede causar una reacción cruzada con los tejidos orgánicos, particularmente en la glándula del timo y de los ovarios produciendo una reacción de tipo autoinmune.
Los anticuerpos anti-timo interfieren en la inmunidad, lo cual nos lleva a una infección peor que por levaduras.
Medicamentos que pueden provocar candidiasis
- Antibióticos.
- Corticoides.
- Anticonceptivos orales.
- Quimioterápia.
- Anti-estamínicos.
¿Qué podemos hacer?
Desde las terapias naturales, podemos detectar a través de un test, si existe la posibilidad de tener una candidiasis intestinal, y tratarla de la siguiente forma:
- Primero lisar la cándida.
- Realizar una dieta, para que no pueda alimentarse ni crecer.
- Restablecer la flora intestinal.
- Reparar el intestino.
- Aumentar la inmunidad.
Candidiasis vaginal
En un estado correcto, la cándida y otros gérmenes y microorganismos que viven en la vagina se mantienen en equilibrio mutuamente. Pero, cuando se presentan ciertas condiciones favorables, la Cándida Albicans aumenta creando una candidiasis.
Entre esas condiciones tenemos:
- Antibióticos: Cuando por alguna infección hemos de ser tratados por antibióticos, éstos cambian el equilibrio normal de los microorganismos, disminuyendo el número de bacterias protectoras.
- Embarazo, la diabetes o la obesidad, crean condiciones que ayudan a los hongos a proliferar más fácilmente.
La candidiasis vaginal no es una enfermedad de transmisión sexual, sin embargo si se mantienen relaciones sexuales sin protección, el hombre presentará síntomas como prurito y una erupción en el pene.
Cuando existe una candidiasis de repetición, es signo de otros problemas de salud.
Síntomas
- Flujo vaginal anormal, que puede ir desde una secreción blanca ligeramente acuosa a un flujo espeso y abundante.
- Dismenorrea (relaciones sexuales dolorosas).
- Disuria (micción dolorosa).
- Vaginitis, ardor y prurito en los labios y en la vagina. No confundir con la vaginitis por Gardnerella, que es bacteriana y en este caso sí que se considera una enfermedad de transmisión sexual y el tratamiento es muy diferente.
- Vulvitis, enrojecimiento e inflamación de la vulva.
Terapia natural en la candidiasis
Ha de quedar claro la terapia natural es totalmente compatible con cualquier tratamiento médico que se está realizando, ningún terapeuta natural está autorizado ni para diagnosticar ni para modificar o quitar ningún fármaco.
En primer lugar la terapia que aplico es individualizada, por tanto, la descripción que hago es en líneas generales como hago el abordaje pudiendo variar en función de la persona.
La terapia consiste en dos fases:
Primera fase:
- Consejos alimentarios.
- Suplementación para la sequedad vaginal y regulación intestinal.
- Depuración hepática, muy importante en esta fase.
Segunda fase:
- En función de cómo se encuentre, se utilizarán óvulos vaginales con componentes naturales.
- Se continuará con suplementación natural para acabar de eliminar a las cándidas, recuperar el equilibrio de la microbiota y sellar el intestino en caso de que se hubiera dado una hiperpermeabilidad intestinal.
Se deberán tomar otras medidas adicionales
- Evitar la humedad manteniendo el área genital limpia y seca. Se ha de evitar jabones agresivos.
- Si existe mucho purito, se pueden hacer baños con plantas específicas para ello.
- No tomar duchas vaginales, que puede empeorar el flujo vaginal ya que elimina bacterias protectoras (bacilo de Doderlain) que recubren la vagina y que están allí para protegerla contra infecciones.
- En el caso que la paciente tenga candidiasis por la toma de antibióticos, y siempre que no se pueda evitar la toma de los mismos, existen probióticos que se toman conjuntamente para evitar la candidiasis vaginal.
- Evitar el uso de pantalones extremadamente apretados, que pueden causar irritación o favorecer la humedad.
- Usar ropa interior de algodón. Evitar en lo posible la ropa interior de seda o nailon ya que este tipo de material restringen el flujo de aire, incrementando la sudoración genital, pudiendo ocasionar irritación.
- Si estamos en la época de verano, no permanecer con el traje de baño húmedo.
- Si practica ejercicio, no llevar la ropa sudada durante mucho tiempo, y lavarla después de usarla.
- Usar compresas en lugar de tampones.