El protocolo autoinmune (AIP) se trata de un tipo de vida, más que de una dieta, ya que su indicación es para aquellas personas que sufren de dolor crónico, enfermedades autoinmunes o simplemente si queremos tener un estilo de vida anti-inflamatoria.
¿En qué consiste?
En función de cómo se encuentre la persona se aplica una restricción más o menos estricta de alimentos.
Se trata de eliminar todos aquellos alimentos que producen inflamación, principalmente intestinal, ya que es en el intestino donde tenemos el 80% de nuestro sistema inmune.
¿Es una dieta alta en proteínas?
En absoluto, se trata de una dieta con comida real, con frutas, verduras, carnes, pescados, huevos, frutos secos, lo único que se han de eliminar, o al menos restringir los cereales y los lácteos.
Deberíamos entender que a pesar que se consumen pocos carbohidratos, no es una dieta baja en carbohidratos, ni alta en proteínas o grasas. Lo importante es individualizar el aporte de alimentos en función de la patología que tenga la persona y su estilo de vida.
No se calculan proporciones, sino que el enfoque es comer aquello que nuestro organismo fue creado.
¿Por qué?
Es un tipo de dieta basada en lo que comían nuestros antepasados que eran cazadores – recolectores.
Nos basamos en aquello que comían los seres humanos en la época del Paleolítico.
En aquella época no existía la agricultura tal y como la conocemos actualmente, por lo que se evitan los granos, legumbres, lácteos, azúcares, alimentos procesados, grasas saturadas trans…
Hemos de centrarnos en los alimentos que nuestro cuerpo está hecho para comer y desechar aquellos alimentos que han evolucionado a partir de la agricultura moderna y que, por tanto, nuestro organismo no está preparado para metabolizarlo.
Si no como legumbres, ni cereales, ni lácteos ¿Es deficiente a nivel nutricional?
En absoluto, la fibra la obtenemos de las verduras, las vitaminas y minerales de las carnes, pescado, marisco, aves, huevos, frutos secos, frutas y verduras.
En cuanto a los lácteos, se refiere principalmente a la leche, se puede tomar kéfir de cabra y quesos de oveja y cabra.
En que puede ayudar este tipo de dieta
- Reducir la presión arterial y el colesterol.
- Controlar la diabetes tipo 2
- Controlar el dolor crónico
- En todas aquellas patologías autoinmunes: Tiroiditis de Hashimoto, Enfermedades inflamatorias intestinales.
- En oncología
¿En oncología?
Sí, porque cada más hay estudios que indican que existe una asociación entre tener niveles elevados de IGF-1 (hormona de crecimiento similar a la insulina) con un aumento de la proliferación y división celular.
Los cereales, legumbres y azúcares se convierten en nuestro cuerpo en glucosa por lo que aumenta la secreción de insulina y por ende también aumenta el IGF-1, así que si nos vamos a la lógica ésta nos dice que todos aquellos alimentos ricos en carbohidratos que aumentan la insulina pueden promover el cáncer.
Para ellos lo que hemos de intentar es consumir alimentos con cargas glucémicas bajas y desechar los que tienen cargas glucémicas altas.
Las verduras y la mayoría de las frutas son carbohidratos con cargas glucémicas bajas.